Shavasa-no: No son ellos, eres tú
Cómo vivir una vida más plena según la sabiduría de tu nueva guía espiritual.
Sin ninguna certificación otorgada por ninguna organización para brindarte ayuda psicológica, me he tomado el atrevimiento de auto-proclamarme tu nueva guía espiritual con la intención de hacer este mundo un mejor lugar para cada alma que lo habita.
Si me preguntas, eso me vuelve una especie de Gandhi, pero más sabia y mucho más sexy.
Antes de comenzar a abordar el segundo tema de esta nueva serie de meditaciones, te aconsejo escuchar el audio que preparé para ti. Créeme, es la mejor manera de leer esta publicación, escuchándola. Si no puedes, entonces te aliento a seleccionar una playlist de música relajante y sentarte en un lugar cómodo y tranquilo para leer.
Inhala profundo y exhala lento y consciente.
Para trascender de nivel almico es importante mira hacia adentro para observar toda la basura que hemos acumulado con los años y que vamos soltando con desprecio en las personas con las que nos relacionamos.
Si eres de las personas que se la pasan perdiendo amigos y amigas a lo largo del tiempo de manera que parece inexplicable; si los miembros de tu familia repentinamente deciden tomarse un espacio de tu presencia; si en todas tus relaciones románticas se desarrollan los mismos problemas en diferentes situaciones; si colaboradores con los que trabajas no soportan verte a la cara sin desear que te atropelle un camión cuando salgas de la oficina; si de todos los irreparables contratiempos de cada una de tus relaciones interpersonales, el común denominador eres tú, permíteme alumbrar tu consciencia al decirte que probablemente padeces del Trastorno de la Víctima Culpable.
Para todo mal hay un remedio y en esta ocasión el tratamiento puede comienza con una autoevaluación de tus inmaduros y odiosos comportamientos ante incómodos eventos sociales. También puedes considerar mudarte del país, o bien, continuar leyendo Shavasa-no en la búsqueda de la luz y evolución humana.
Pregúntate si eres la variable de todos estos inconvenientes en tu vida diaria. Si contestaste sí a lo anterior, voy a compartir contigo una verdad que cambiará tu vida para siempre: No son ellos, eres tú.
Todo es tu culpa, no la de los demás. Tú eres el villano en la historia de los otros personajes, la fastidiosa pesadilla con personalidad de terrorista, quien destruye la convivencia con inoportunos malos y ofensivos chistes y comentarios que incitan al odio. Esa molesta forma de ser te arrincona a solo poder ver al mundo de manera unidireccional y superficial, creyendo que los demás se alejan porque eras demasiado superior para ellos o porque no entienden tu sentido del humor, llevándote a vivir así una vida de victimización, pensando que la culpa la tienen todos a tu alrededor sin que tu asumas tu responsabilidad.
Respira profundo por la nariz y exhala por la boca lentamente.
Si todo lo que he mencionado te afecta de manera profunda al punto de que te sientes ofendido y con el propósito de desmentir el diagnóstico del Trastorno de la Víctima Culpable, temo decirte que es simplemente otro síntoma de tu diagnóstico. Por lo tanto, por favor considera la autoexploración para la sanación de nuestro interior. A nadie le gusta escuchar su realidad, en especial cuando es lo contrario a lo que percibes de ti mismo, pero está bien. Es bueno reconocer que, otra vez, no son ellos, eres tú.
Inhala y exhala.
Hazte consciente del cúmulo de la esperanza del cambio en todo tu cuerpo, desde la coronilla hasta la punta de los pies. Debes saber que hay manera de reparar las nocivas consecuencias que ocasiona tu falta de maduración emocional y el deplorable daño que has causado. El cambio se encuentra en el despertar de la atrocidad de tus comportamientos. Felicidades. Ya has visto la verdad, imagínala como una luz purpura que atravieza tu corazón y tu todo tu cerebro.
Otros mentores espirituales en mi lugar te aconsejarían perdonarte a ti mismo en el nombre de la autocompasión, pero ellos no están pensando en tu más alto bien y crecimiento personal. Yo en cambio no voy a insultar tu inteligencia y decirte que existe la oportunidad de reparar tus relaciones dañadas o que te conviertirás en una mejor versión de ti. Sería un triste intento de desviar la mirada de la verdad: No son ellos, eres tu.
El hecho de ser una mísera persona que solo encuentra emoción y diversión por la vida en la autocreación del drama cotidiano y que se respalda en la auto-desesperación hace que todos los demás noten lo patético que eres y se quieran alejar. Así que por favor aliviánanos a todos y desiste. Simplemente para.
Para avanzar en nuestro camino espiritual es importante ver hacia atrás y reflexionar cómo te convertiste en un asesino del gozo del ser humano. Muchos asegurarían por defecto que quizá “tuviste una infancia deplorable“ y que esa es la causa de todas las turbulencia cósmicas de tu vida. Desgraciadamente eso contribuye a hundirte en el victimismo sin hacerte cargo de lo que te corresponde y por lo tanto, reafirma el trastorno. ¡Basta! Tu estás leyendo Shavasa-no, aquí favorecemos el progreso en vez de la regresión.
Asume tu puta responsabilidad y hazte cargo.
No hay fundamento con peso suficiente para justificar que seas una consistente discordia a la salvación colectiva del mundo.
Inhala. Exhala.
Haz reconocido tu condición, ¿ahora qué? En la vida solo tenemos obstáculos y soluciones y yo estoy llena de soluciones.
Hay quienes dirán “escucha tu corazón“, “confía en ti mismo”. Yo estoy aquí para decirte que hagas totalmente lo opuesto a esos mediocres consejos. Al contrario, duda de ti constantemente. No escuches a tu corazón. Después de todo eso es lo que te ha llevado hasta aquí. Tu cuerpo es una máquina que debes aprender a programar para que funcione como debe ser.
Y a pesar de todas las tristes y mediocres estipulaciones que te has obligado a creer para reivindicarte al convencerte de que “todos te envidian” o que “no te entienden”. Que “los haces sentir inseguros con tu grandeza”, no cambia el hecho de que eres un lamentable ser humano. ¿Y sabes algo? No. Nadie está celoso de ti. Nadie te envidia. No intimidas a nadie. Deja de engañarte. Acepta que eres un idiota y a nadie le gusta estar con un idiota.
De nuevo, si eres el común denominador de todos los predicamentos de tu vida, tú eres el predicamento. Aparta el narcisismo, aparta tu hiper-sensibilidad selectiva y el autoreflejo de víctima.
La solución, mi querida alma perdida, está en recordar y tener presente en cada uno de los escenarios de tu vida que no son ellos, eres tu. Tú eres la pesadilla.
El lado positivo de las pesadillas es que siguen siendo clasificados como sueños. Pero eso no te hace sentir mejor, ¿o si? Probablemente no.
Ahora que esta luz purpura te ilumina, conoces tu verdad y sabes qué hacer, podemos dar por terminada la meditación del día, aunque nunca dejes de vivir una vida consciente y plena.
Inhala profundo y exhala lento.
De nada y gracias por crecer conmigo hoy. Estoy agradecida contigo por estar aquí y ayudarnos a todos a formar un mundo mejor en esta pequeña comunidad formando almas conscientes. Agradécete a ti también.
Namaste.
Gracias por leer BabyNat. Shavasa-no es una serie sin orden de publicación, con brutales reflexiones, meditaciones guiadas sin clemencia, afirmaciones agresivamente reales y mantras lunáticos por esta servidora espiritual moralmente flexible. Suscríbete para recibir nuevo contenido.